lunes, 23 de junio de 2014

WIP Barcos

Aarrrgh! Saludos marineros de agua dulce! 

Con el calor veraniego llega el tiempo idóneo para lanzarse a los siete mares en busca de islas del tesoro, suculentos abordajes y variopintos botines. Pero tal menester se hace necesario un barco! Un poderoso navío con el que despertar el terror en el enemigo e inspirar versos de épica en los bardos! 

En esta entrada comento como construir un barco, sin apenas habilidad plástica, y aprovechando una serie de materiales ya desechados, que tomaban rumbo al contenedor de basuras; un plafón de anuncios de corcho, unos manteles de tiras de madera  y unas cajas de cartón como elementos principales.





Materiales Básicos (consulte su proveedor asiático):
Plafón de corcho. Para hacer la base. Se corta fácil y es lo suficiente resistente. Está formado por dos finas capas de corcho pegadas a ambos lados de una de cartón.
Caja de cartón. En mi caso, de paquetes de folios del curro. Sirven para montar el castillo de popa.
Manteles de tiras de madera. Son esenciales para este proyecto. Son mucho más baratos que las láminas de madera que se venden en tiendas de modelismo y se pueden curvar para hacer el casco del navío sin muchos problemas. 

Pistola térmica y barras de silicona transparente.
Cutter.
Alicates de pinza y de corte.
Boli/Lápiz/Rotulador para marcar.





La base es de 30 cm. de largo por 10 cm. de ancho. Un tamaño respetable pero manejable que sirve para representar un barco de tamaño medio, en el que puedan navegar de 8 a 40 tripulantes (utilizando de referencia el manual de campo para generales, de games workshop, página 130).

Cortamos tres tiras del mantel de madera, lo que da una altura suficiente como para que sobrepase la cabeza de una miniatura de tamaño medio. La ventaja de utilizar la pistola de silicona es que fija bastante rápido, por lo que apenas deberemos mantener medio minuto la madera curvada sobre la base. En cuanto la silicona cambie a un calor más opaco, indicará que podemos soltar las piezas sin miedo a que se despeguen.


Cada 3 o 4 cm, pegamos un trozo en horizontal, que ayude a fijar los tres travesaños. Construimos el castillo de popa, una estructura sencilla rectangular en la que dejamos una amplia apertura al frente que sirva de portalón. Podemos dejar aperturas para las ventanas si queremos, pero yo opté por dejarlo sin ellas, para que así tuviera más consistencia y porque pensaba hacer las ventanas ciegas, sin que se viera el interior.

Trazamos con bolígrafo los travesaños en cubierta, de manera que queden marcados en el corcho para que al aplicar la pintura de base en negro y luego los pinceles secos de color, quede resaltado el negro de fondo.


Con la base viento en popa, pasamos a la construcción del techo del castillo de proa. En el colocaremos una gran arma de proyectiles que sirva como armamento principal del navío, y se accederá mediante dos escaleras a ambos lados del portalón por el que se entra al interior de la estancia. Vuelvo a utilizar el corcho del tablón de anuncios como base, reforzando sus esquinas por los listones de madera del mantel, pegados con silicona, de manera que queda como un pequeño marco.

Para las barandillas, utilizamos los clásicos palillos que tienen una decoración en su extremo no puntiagudo. Con la silicona se pegan en un instante, y tan sólo debemos cuidarnos de que queden rectos (y de no quemarmos en el proceso). 

Dejamos los espacios para las aperturas de las escaleras y cubrimos los palillos con un pasamanos utilizando de nuevo las tiras del mantel. Esta vez utilicé el cutter para partirla en dos a lo largo (se corta con facilidad, ya que el corte sigue las vetas de la madera) y "envejecer" un tanto las maderas a base de cortes y arañazos efectuados con el mismo cutter.




No quería dejar la cubierta sin nada encima, así que aparte de una gran trampilla de madera como las que dan acceso a las bodegas de carga de los barcos, me decidí por hacer bancos para los remeros. Con un trozo de madera y una grapa de gran calado, se construyen en un periquete. 

La ventaja de usar grapas para sus patas es que si fijamos un trozo de tira imantada en cubierta, se pueden poner y quitar a voluntad. La tira imantada se puede comprar en una ferretería, y no suele valer más de euro, euro y medio el metro, si es de un cm o cm y medio de ancho.



Para las escaleras volvemos a recurrir a los socorridos manteles (si es que son un botín maravilloso!) para pegarlos mediante silicona. Los palos de pinceles antiguos sirven perfectamente como mástil. Encajados sin pegarlos en un rollo de hilo de costura acabado que le iba como anillo al dedo. Y al evitar pegarlos, se puede guardar el barco con mayor facilidad. Los portalones se hacen también mediante tiras de maderas, unidas con dos maderas transversales. 



Con un toque de pintura base marrón oscuro, la cosa empieza a cobrar forma.


Para estos proyectos, la pintura que vende el proveedor oriental más cercano suele bastar. Yo la utilicé junto a un bote de acrílico marrón chocolate de la Cooperativa Abacus que me daba un tono más ocuro. 

Mientras seca bien la capa de pintura, podemos pintar otros elementos... podéis ver diferentes pasarelas, muelles y plataformas montadas a partir del mismo mantel de tiras de madera, y una barcaza realizada de la misma manera que el barco, y que pueda ser dirigida de 1 a 6 tripulantes, un número ideal para los PJs! Con los materiales que tenía me daba para eso y para otro barco... la flota empieza a tomar forma!




Las maderas que utilizamos para estas plataformas, escalas y muelles es mejor envejecerlos, para que parezcan desgastados por el uso. Rascar con el cutter y cortar aquí y allá bastará para dar esa impresión. Pegar cordel enrollado con cola blanca en las bases de los mástiles también mejora el acabado. En esta fase es bueno ir cogiendo ideas de otras maquetas, para ir añadiendo detalle. El grado final de detalle dependerá del tiempo que le dedicamos y de los materiales que tengamos a mano. Los sacos que puse al pié del mástil, por ejemplo, los hice con un poco de masilla sobrante.

Los pasamanos de cubierta y que rodean las esquinas del castillo de proa y del portalón también se han desgastado previamente. La trampilla de acceso a la bodega está hecha mediante una pieza de masilla rodeada también con listones.





Para el mascarón de proa no encontraba nada adecuado, hasta que en una compra cotidiana en uno de los múltiples bazares del  lejano oriente que pueblan nuestra geografía, encontré unas pinzas de cocina en madera que resultaban prometedoras. Por 80 céntimos tenía los dos mascarones a tiro!

Tras el proceso de encordar y encolar, estaban listos para navegar.




Para los escudos que decorarían la cubierta, me decidí por utilizar el instant mold y masilla marrón-blanca, aunque finalmente usé masilla blanca a tutiplén, mucho más barata todavía y aunque no tan resistente, más manejable. Era la primera vez que manejaba estos materiales, y aunque el resultado no era perfecto, para lo que quería ya quedaba bastante bien.  

Antes había usado el protector bucal de decathlón para emular el instant mold y hacer una pieza más grande, como era la trampilla de carga a las bodegas. En la web de Cargad! teneis un reportaje espléndido de los usos y ventajas de ambos métodos.

Como todo, supongo que será cuestión de práctica dominar estos materiales e ir haciendo cada vez elementos más ambiciosos. Es una forma genial de conseguir piezas, ya que en cada barco hay 24 escudos...



Con un paquete de instant mold, pude conseguir 11 moldes del escudo que quería. Es recomendable ser paciente y dejar que seque bien. Yo dejaba la masilla blanca de un día para otro. Cuando estaba seca casi salía sola del molde. 

Mientras iba haciendo escudos, se van haciendo otros detalles, cordel a media altura del mástil fijado con cola blanca, los mascarones de proa...



Pintar escalas y pasarelas...


Y repasar la balista que irá en el castillo de popa. Utilicé las balistas de la Fortaleza de Colina Bastión, repasando la pintura y pegando unos escudos en su frontal. Los escudos se van pegando en laterales, y mascarón a medida que están listos.


En un principio dudaba si pintar ambos barcos iguales o diferenciarlos. Si pintaba uno digamos que de rojo y otro de azul, podría representar navíos de diferentes flotas y enfrentarlos en combate. Pero si los pintaba igual... podrían representar mejor una misma flota, y con la mente en una partida de rol en la que los PJs debieran infiltrarse en uno de los barcos para rescatar a alguien preso en su interior... pero sin saber en cual de los dos estaba, me decanté por pintarlos ambos de azul. 

El azul lo limité al pasamanos de cubierta y los recubrimietos del castillo de popa. Pintando a base de sucesivas capas en pincel seco de marrón oscuro a marrón más claro el resto. 


Los ventanales los hice de la misma manera que la trampilla de carga, es de hecho la misma pieza, pero cortada con una sierra de modelismo al tamaño de ventana que interesa. Se rodean con los listones desgastados y listo. Coloco tres en la parte trasera (popa) siendo el central algo mayor que los de los laterales. Y un a cada lado (estribor y babor). 


 Pintado de cuerdas, sacos, puertas...









Y de momento aquí estamos. Faltan detalles, como ponerle algo de dorado en los escudos, tal vez añadir alguna vela de quita y pon? un puesto de vigía en el mástil? Las velas sobretodo me hacen dudar, no se si el esfuerzo y el engorro de hacerlas vale la pena. Pienso dejarlos como maquetas principalmente para jugar, no para exponer, por lo que prefiero sacrificar detalles por jugabilidad. Los acabados tampoco son muy pulidos, pero si se ve en conjunto, creo que quedan bastante majotes.

 Mirad... ya llegan los primeros marineros...





Así que de momento, dejemos que sean bautizados en combate antes de dedicarles más esfuerzo. Después de todo... tal vez los hundan en su estreno y más dedicación hubiera sido en vano!


-Mar azul? Puajjj... esto hay que teñirlo de rojo pero ya!